Desde el 21 de febrero en la capital se había instituido la prohibición de aparcar bicicletas en la piazza dei Cinquecento que se encuentra frente a la estación ferroviaria de Termini, en la capital.
La razón era que los ciclistas habían empezado a estacionar allí sus vehículos en masa, en forma totalmente ilícita y, además, muy dañina, ya que estorbaban el paso e impedían la limpieza de los arcenes y de la plaza.
Pero lo más preocupante era que, juntos con la bicicletas, muchas veces también se tiraban al suelo las bolsas térmicas usadas por servicios de comida a domicilio.
Abandonadas allí por toda la noche, esas bolsas estaban al alcance de ratas y perros; podían ser usadas para dejar basura y cualquier otra cosa, como paquetes con contenido sospechoso. Por lo tanto una intervención era absolutamente necesaria.
Así, los agentes del Nucleo Termini de la Policía local, durante un control ordinario, notaron que había todavía algunas decenas de bicicletas aparcadas en la plaza. Por lo que se procedió a realizar un operativo en el que fueron secuestradas alrededor de 60 bicicletas que fueron llevadas en un depósito.
