El Tribunal Supremo de Brasil pidió la detención del exguerrillero italiano Cesare Battisti, pero la Policía del país sudamericano no sabe dónde está.
La orden de detención es el primer paso para extraditar al exmiembro de los Pacs a Italia
La elección de Jail Bolsonaro había marcado la sentencia y el final de los días de Battisti en Brasil, país donde se encuentra exiliado.
“Un amante de la vida que disfruta de la vida. Gracias a Bolsonaro que nos ayuda a traerlo de vuelta a Italia“, lanzó el ministro del Interior, Matteo Salvini.
Battisti fue visto por última vez el martes 11 de diciembre en el litoral del estado de Sao Paulo, al sureste de Brasil, donde reside desde 2015.
“No tengo informaciones sobre Battisti, aún no he conseguido hablar con él después de la decisión del juez Fux. Sé que vive en Cananeia, pero no sé dónde está exactamente en este momento”, indicó su abogado, Igor Tamasauskas.
El italiano fue condenado por cuatro homicidios cometidos en Italia en los años 70, y nuestro país pidió a Brasil su extradición en 2007
En su momento, Lula da Silva había negado la extradición del hombre de extrema izquierda, exmilitante de Proletarios Armados por el Comunismo (PAC).
Según su anterior abogado, “han pasado más de 30 años desde que se cometieron los hechos” y en este tiempo, el ex terrorista se ha convertido en “un productivo y pacífico escritor”.
Battisti, escritor de profesión, siempre ha rechazado los cargos y las condenas que recibió en ausencia como autor o cómplice de los asesinatos de dos policías, un joyero y un carnicero en Italia a fines de los años ’70.
En aquella década, Italia vivía una ola de violencia por las campañas de asesinatos y atentados cometidos por organizaciones extremistas de izquierda y derecha.
Battisti admite haber sido parte del PAC, pero agrega que hay un complot en su contra.
Escapó hace tres décadas de la cárcel de Frosinone, en una fuga organizada por el PAC. A partir de allí comenzó un periplo por México, Francia y Brasil.
Hoy declara ser un apasionado por América Latina y el estilo de vida de su gente, “que transforma la miseria en riqueza y el drama en alegría”
Su más reciente libro, ‘Frente a la pared’, recoge historias de presos que conoció en Brasil.
