Dentro de un año cambiarán los hábitos de consumo, o al menos, eso es lo que pretende el Gobierno. El vicepremier, Luigi di Maio, anunció un proyecto para que los centros comerciales y otros negocios permanezcan cerrados durante los fines de semana y días festivos.
En un año, no abrirán los domingos. Destruye a las familias
Luigi di Maio, vicepremier
Di Maio aclaró que el proyecto prevé que siempre haya algunos comercios abiertos para realizar las compras: “Habrá un mecanismo de rotación por el que permanecerá abierto el 25% de los negocios”.
La iniciativa genera voces a favor y en contra. El presidente de Federdistribuzione, la asociación que nuclea a los grandes distribuidores, Domenico Gradara, alertó que “se perderán miles de puestos de trabajo”. Incluso, hay grandes cadenas comerciales que analizan la posibilidad de recurrir a la Corte Suprema de Justicia.
Del otro lado están los pequeños comerciantes que ven enormes dificultades en la competencia con grandes tiendas durante los fines de semana, especialmente durante los domingos.
Sulla #chiusuradomenicale Di Maio attacca me e dice che non faccio bene il Parlamentare. Presenze in Aula, senza missioni e assenze, da parlamentari di opposizione: Di Maio 30% delle votazioni, Renzi 80% delle votazioni.
Luigi Di Maio non è solo bugiardo: è proprio un #cialtrone.— Matteo Renzi (@matteorenzi) 10 de septiembre de 2018
“Obligar a todos a cerrar los domingos es absurdo. La consecuencia es que miles de jóvenes serán despedidos”.
Matteo Renzi, senador PD
En tanto desde Forza Italia criticaron al proyecto argumentando que favorece a los grandes mayoristas que operan online. “El cierre dominical por ley no ayuda a los trabajadores ni a los pequeños comercios, sino a Amazon y a todos los sitios de venta en línea”, opinó Maria Bernini, jefa del bloque parlamentario.